[...] me había tropezado con muchos emprendedores que escondían un oscuro y terrible secreto: un fracaso en el armario. Nadie habla nunca de ello, a menos que sea ya de madrugada y borracho en un bar, y cuando lo hacen, todos comparten el punto de vista unánime de que el fracaso los ha hecho mejores, más fuertes y más duros. Casi sin excepción, han aprendido de sus errores y han seguido adelante. En muchos casos, para cometer más errores; gracias a esa forja incandescente que consiste en probar, equivocarse y seguir probando, han acabado haciéndose de un metal cada vez más duro.
El pornógrafo emprendedor
Gavin Griffiths
Empresa Activa
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